Hoy eché un
vistazo al río San Miguel (que atraviesa el pueblo de Malinalco) a la altura del barrio de San Guillermo, y me encontré
con que una empresa constructora contratada por la Comisión del Agua del estado
de México (CAEM) metió al cauce un trascabo, quitó piedras y vegetación, aplanó
y ha hecho un camino recto, de tierra, como se ve en la foto adjunta. ¿Para
qué?
Así no es
como se ayuda a un pequeño río para que se regenere.
Un pequeño
río, de temporal en algunos tramos, que es patrimonio natural de la comunidad de Malinalco, y al que queremos bello,
refrescante, sanador y biodiverso.
El 19 de
noviembre de 2016 un grupo de ciudadanos preocupados por el deterioro de este
río tuvimos una reunión con la directora de desarrollo urbano del gobierno
municipal, Arquitecta Judith Garza, y el
Ingeniero Héctor Rangel, supervisor de proyectos de la Comisión de Agua del
estado de México (CAEM). En ella se nos
informó que pronto comenzarían la construcción de un colector que llevaría a una
planta de tratamiento las descargas de aguas residuales del río San Miguel. Se nos dijo que dicho colector iría
pegado al límite del lado oriente del cauce, que es donde hay más espacio para
no invadir el río, y que lo recubrirían con mampostería para mimetizarlo con
éste.
Hicimos
saber a los dos funcionarios presentes nuestra preocupación por que se cuidara
la parte paisajística y ambiental del río, y solicitamos que se integrara al
proyecto y a la obra un arquitecto paisajista. El ingeniero Rangel expresó que a él también
le parecía importante que se cuide ese aspecto.
La Minuta de la reunión, que tengo junto a mí, especifica que en ella acordamos:
- Llevar a
cabo con ellos dos visitas de trabajo al río:
una para revisión y toma de decisiones a detalle y otra para asesoría en
diseño de paisaje. Sin embargo, las obras han comenzado y no hemos logrado volver a reunirnos con ellos y hacer un recorrido por el río.
- CAEM
llevará a la constructora las propuestas referentes a la necesidad de una persona que funja como contacto permanente con los ciudadanos interesados, y la posibilidad de se contrate el
servicio de asesoría paisajística local con un especialista. Sobre este acuerdo tampoco hubo respuesta.
¿Dónde está el compromiso de las autoridades? ¿Qué sucede, que no es posible confiar en su palabra?
