viernes, 1 de septiembre de 2017

CAMINO VIEJO A JALMOLONGA

Obras en el Camino Viejo a Jalmolong
El gobierno de Malinalco ha comenzado una obra para pavimentar el Camino Viejo a Jalmolonga.  Esta obra se hace sin un estudio de impacto ambiental, sin un proyecto, sin un diálogo previo con los vecinos de la zona y sin la intervención de un equipo interdisciplinario de profesionistas, a pesar de ser parte de una zona muy sensible, bella y ecológicamente muy importante para Malinalco.  De llevarse a cabo, será el inicio del final del rico ecosistema por donde pasa.

El Barrio de San Andrés, dentro del que el Camino se ubica, es el único en el pueblo que conserva un área grande de huertas tradicionales de policultivo.  Esta superficie arbórea es un valioso, frágil y amenazado ecosistema, que brinda grandes beneficios a la comunidad de la cabecera municipal. 



Huerta tradicional, cercada con un tecorral
Gracias a esta zona verde el clima de Malinalco es templado y fresco,  la biodiversidad persiste, el aire está más limpio y saludable y la alimentación y la economía de muchas familias se completa con los frutos de sus árboles.  Además, el suelo de las huertas es una esponja que absorbe el agua de lluvia y recarga los manantiales cercanos para que no se sequen y sigamos teniendo agua fresca. 

Cuidar y defender este espacio privilegiado nos compete a todos los ciudadanos de Malinalco; hacer cumplir la ley, a los gobiernos.
Hasta hace menos de veinte años, el Camino Viejo a Jalmolonga era una vía más angosta, sinuosa y arbolada.  Pronto fueron haciéndola más ancha y recta.   Ahora, el Ayuntamiento decidió empedrarla.  


El único empedrado centenario que queda
Los primeros empedrados que tuvo Malinalco los hicieron en el mero centro, más o menos a principios del siglo XX.  Eran rústicos; las piedras entraban de canto a la tierra, y se colocaban  pegaditas una junto a otra para impedir que se movieran de su lugar.  En los tramos que lo requerían, para amacizar más, se elegían piedras puntiagudas, clavándolas en el suelo.  No se usaba cemento y mantenerlas era muy sencillo y barato.  

Durante decenas de años Malinalco mantuvo su empedrado original.  La lluvia que cae en estos empedrados se detiene entre las piedras y se infiltra en el subsuelo, ayudando a que los manantiales se recarguen de agua, y manteniendo húmeda la tierra hasta tiempo después de que el temporal terminó.  Los árboles que crecen a las orillas de los caminos se benefician, y con ellos nosotros.



Sin cementar, permite que el agua se infiltre al subsuelo







Hoy, el único vestigio que queda de estos empedrados se encuentra a un costado de la capilla de Santa Mónica.  







Una noche, a principios de este siglo, llegaron a la calle de Juárez, la principal del primer cuadro, trabajadores con trascabo .  Los había enviado la entonces directora de Obras Públicas, arquitecta Isabel García Orihuela.  Con los trascabos retiraron el empedrado centenario para colocar piedra con cemento. Cuando la gente se dio cuenta ya el piso estaba levantado.  Desde entonces, desempedrar y empedrar las calles de Malinalco, y usar cada vez más cemento es cosa de casi todos los trienios, a pesar de que, de acuerdo con testimonios de diversos ciudadanos de Malinalco, gastarse el presupuesto en este trabajo no es necesario ni prioritario. 


 
Agua corre por calle empedrada con cemento





El cemento en un empedrado impide que el agua entre al subsuelo. Ésta se va corriendo por las calles empinadas y rectas.  Choca en las bocacalles.  Si las lluvias son copiosas o persistentes, los arroyos que bajan desde las montañas llegan con más fuerza a las calles, el agua se estrella contra lo que tiene enfrente y las partes bajas y horizontales de la calle se inundan.  Perdemos la valiosa agua de lluvia; por eso, este tipo de empedrados no es sostenible.   








El Camino Viejo a Jalmolonga baja desde la calle Miguel Negrete, donde el agua de lluvia encuentra su paso.  Ya existen problemas de destrozos por las fuertes avenidas de agua.  Si además se le mete balastro –como acaban de hacer—para hacerlo más firme y colocar sobre él el cemento y la piedra ¿qué va a pasar?  Al agua hay que darle su lugar para que no provoque inundaciones y catástrofes, y eso requiere de un estudio con una visión integral.

Animales silvestres encuentran refugio y alimento en estas huertas

De ahí la insistencia de cada vez más vecinos en exigir a las autoridades competentes que se haga  un proyecto en el que intervenga un grupo interdisciplinario que incluya por lo menos a un biólogo, un arquitecto paisajista y un especialista en agua.  Por supuesto, se deberá contemplar la opción de un empedrado artesanal que filtre el agua al subsuelo, ya que, como dijimos, las huertas son lugares de recarga de manantiales. 


Mamey, uno de los principales productos de las huerta

Sin ser especialista, me parece que una de las acciones que habría que tomar para  que las copiosas avenidas de agua no sean peligrosas, es diseñar el camino serpenteante como lecho de río. Esto evitará también que los vehículos circulen por él a toda velocidad. Sería un camino vecinal, hermoso, flanqueado por exuberante vegetación; un paseo que llame a moverse también caminando y a caballo. 



Café de sombra y naranjo



A pesar de estos argumentos, a algunas personas les gusta la idea de hacer en la zona de las huertas una avenida donde puedan circular rápidamente toda clase de vehículos, desde automóviles particulares hasta autobuses llenos de visitantes; creen que sería bueno abrir una calle que comunique con el área de las truchas, y que el corredor comercial de éstas se extienda a las huertas.  Esto implicaría la destrucción y transformación total de esta área.
Sólo si se toma en cuenta lo frágil del ecosistema de las huertas tradicionales de policultivo de Malinalco y se llevan a cabo medidas para protegerlo podremos conservar este valioso y único patrimonio. 

Marta Alcocer
En Malinalco estado de México