Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os aliviaré, dice el letrero que se encuentra en la
parte alta del arco que construyó este año el gobierno del estado de México en
la carretera Malinalco-Chalma ya casi llegando a este pueblo y santuario de
peregrinos, y señala como autor de él a Mateo, discípulo de Jesús, que lo
escribió en el capítulo 11 versículo 28 de su Evangelio.
Pero lo cierto es que Mateo hace en su Evangelio a nombre de
Jesús un llamado distinto:
Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados y yo os daré
descanso.
El letrero en el arco puede haber sido simplemente copia de
una mala traducción de la Biblia. Sin
embargo, resulta sospechoso que use los términos estar trabajado y estar
cargado.
En brujería, trabajar a una persona significa cargarla con
energías que le hacen daño y provocan males a su alrededor, sea por envidia,
para castigar a alguien o para amarrar
a una pareja. La persona trabajada y
cargada tiene una energía pesada y se le vuelve cuesta arriba estar saludable,
tener trabajo, dinero y amor verdadero.
A su alrededor sus plantas se mueren, sus animales también se enferman y
su familia y amigos se alejan de él.
Si el brujo no logra su objetivo, esa energía se le regresa y
le hace daño a él.
La costumbre, que hay en Malinalco y otros pueblos y
comunidades de la región, de poner todos los años una cruz de pericón en la
puerta de la casa para que el diablo no llegue
a bailar en ella, a final de cuentas es un intento de protegerla del mal, algo que nos da miedo. Otra manera de evitar ser trabajado y cargado es tener una
buena relación con la gente que te rodea, y otra más, no creer en la brujería.
Por otro lado y lo más importante creo yo, es que, de acuerdo con nuestra Constitución, en
México tenemos un gobierno laico, independiente de religiones y creencias
populares. En los arcos y otros monumentos que construye no tiene por
qué haber elementos religiosos ni de brujería.