martes, 10 de octubre de 2017

OBITUARIO




Manuel Hernández Becerril
Calimaya, 24 de diciembre de 1927 – Malinalco, 4 de octubre de 2017

Don Manuel nació y vivió su infancia y juventud en Calimaya, estado de México.  

Allí aprendió de su padre la profesión de boticario.  Cuando llegó a Malinalco puso una botica en la calle de Juárez que se llamaba Nuestra Señora de los Dolores.  

Durante muchos años se dedicó a preparar los remedios que prescribían los dos médicos del pueblo:  el doctor Alfonso Terrón Padua y el doctor Carlos de la Vega. Trabajaba muy cerca de ellos, y atendía directamente a algunos pacientes.  En especial, acudían a él cuando los niños se ponían malos de gripa, del estómago y de enfermedades infantiles, y logró salvar a algunos que se los llevaron a curar ya muy enfermos.  

Elaboraba preparados muy efectivos para evitar los efectos mortales de picaduras de alacrán o de araña capulina, mordeduras de serpiente, salpullidos y accidentes y enfermedades comunes en Malinalco en aquellos años.

De 1961 a 1963 fue Presidente Municipal del Honorable Ayuntamiento de Malinalco; un puesto entonces honorífico (de allí el apelativo de “Honorable”), porque no recibía sueldo; al contrario, si quería hacer algo tenía que poner dinero y trabajo.

Para poder hacer frente a las necesidades más apremiantes del Municipio formó la Asociación Progresista de Malinalco, en la que participaron varios hombres connotados de este pueblo.
  
Fue una persona jovial además de un líder local.  Él mismo participaba en las faenas para construir el actual Palacio Municipal, que antes era de adobe y muy sencillo.  

Construyó también el Andador de las Escuelas, el Centro de Salud y el Deportivo que dan a este Andador, los puentes para atravesar el río San Miguel que se encuentran en las principales calles del centro de Malinalco, una parte de la actual carretera a Tenancingo y otras obras importantes para el pueblo.  Era aficionado al fútbol y creó el primer equipo de Malinalco.

En ocasiones acompañaba a la policía en sus rondines y, cuando arrestaban a alguien por alguna pelea  lo encerraban en una celda que había en el Palacio Municipal y al día siguiente era obligado, como castigo, a barrer la calle y hacer otras faenas en beneficio de Malinalco.

La botica de don Manuel Hernández permaneció dando servicio como farmacia hasta el año de 2007.  Su dueño fue testigo de las rápidas transformaciones de Malinalco, y protagonista de algunas de ellas.  Dejó mujer, diez hijos y muchos nietos. 

El próximo viernes´13 de octubre es el último día de su novenario.
El sábado 14  a las 10 de la mañana el cortejo llevará su sombra a depositar en el panteón.
Descanse en paz.










1 comentario:

  1. Me llena de orgullo conocer más de las cosas que hizo mi abuelito Manuel, como no lo van a recordar en Malinalco!! Siempre alegré y siempre activo!! Muchas gracias por este obituario, efectivamente deja mucha familia que lo quiere y recordará por siempre, intentaremos honrar con nuestras vidas su recuerdo... Sólo un detalle, él era viudo desde el 2014, Doña Flor mi abuelita falleció en enero de ese año. Gracias nuevamente!!

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