Manuel
Hernández Becerril
Calimaya, 24
de diciembre de 1927 – Malinalco, 4 de octubre de 2017
Don Manuel nació
y vivió su infancia y juventud en Calimaya, estado de México.
Allí aprendió de su padre la profesión de
boticario. Cuando llegó a Malinalco puso
una botica en la calle de Juárez que se llamaba Nuestra Señora de los Dolores.
Durante muchos años se dedicó a preparar los
remedios que prescribían los dos médicos del pueblo: el doctor Alfonso Terrón Padua y el doctor
Carlos de la Vega. Trabajaba muy cerca de ellos, y atendía directamente a
algunos pacientes. En especial, acudían
a él cuando los niños se ponían malos de gripa, del estómago y de enfermedades
infantiles, y logró salvar a algunos que se los llevaron a curar ya muy enfermos.
Elaboraba preparados muy efectivos para
evitar los efectos mortales de picaduras de alacrán o de araña capulina, mordeduras
de serpiente, salpullidos y accidentes y enfermedades comunes en Malinalco en aquellos
años.
De 1961 a 1963
fue Presidente Municipal del Honorable Ayuntamiento de Malinalco; un puesto
entonces honorífico (de allí el apelativo de “Honorable”), porque no recibía
sueldo; al contrario, si quería hacer algo tenía que poner dinero y trabajo.
Para poder
hacer frente a las necesidades más apremiantes del Municipio formó la
Asociación Progresista de Malinalco, en la que participaron varios hombres connotados de este pueblo.
Fue
una persona jovial además de un líder local.
Él mismo participaba en las faenas para construir el actual Palacio
Municipal, que antes era de adobe y muy sencillo.
Construyó también el Andador de las Escuelas,
el Centro de Salud y el Deportivo que dan a este Andador, los puentes para
atravesar el río San Miguel que se encuentran en las principales calles del
centro de Malinalco, una parte de la actual carretera a Tenancingo y otras
obras importantes para el pueblo. Era
aficionado al fútbol y creó el primer equipo de Malinalco.
En ocasiones
acompañaba a la policía en sus rondines y, cuando arrestaban a alguien por
alguna pelea lo encerraban en una celda
que había en el Palacio Municipal y al día siguiente era obligado, como
castigo, a barrer la calle y hacer otras faenas en beneficio de Malinalco.
La botica de
don Manuel Hernández permaneció dando servicio como farmacia hasta el año de 2007. Su dueño fue testigo de las rápidas
transformaciones de Malinalco, y protagonista de algunas de ellas. Dejó mujer, diez hijos y muchos nietos.
El próximo viernes´13 de octubre es el último día de su novenario.
El sábado 14 a las 10 de la mañana el cortejo llevará su sombra a depositar en el panteón.
Descanse en
paz.
Me llena de orgullo conocer más de las cosas que hizo mi abuelito Manuel, como no lo van a recordar en Malinalco!! Siempre alegré y siempre activo!! Muchas gracias por este obituario, efectivamente deja mucha familia que lo quiere y recordará por siempre, intentaremos honrar con nuestras vidas su recuerdo... Sólo un detalle, él era viudo desde el 2014, Doña Flor mi abuelita falleció en enero de ese año. Gracias nuevamente!!
ResponderEliminar